Tan Claro como el Agua

 

Y se acabaron los carnavales.

Parece que fue ayer cuando los seudo noticiero dejaban de lado los problemas de corrupción, los circos de la Asamblea y los cotidianos tranques, para dar paso a un tema más importante: En cuáles ríos se autorizaba sacar agua para “los culecos” y cuales carros cisternas estaban autorizados para las mojaderas.

A todo esto, autoridades y juntas de carnaval de Las Tablas, protestaban porque el río La Villa les quedaba muy lejos y ellos preferían tomar agua de pozos subterráneos cercanos (aún no hay un estudio que indique cuánta agua contienen los acuíferos de Azuero); mientras en Panamá Norte una comunidad serraba las calles porque tenían 3 semanas sin agua y acusaban a alguno de cerrar las llaves de paso; pero los carnavales ya estaban a la vuelta de la esquina y las decisiones había que tomarlas rápido.

Mientras esto ocurría en un minúsculo país llamado Panamá, al otro lado del mundo, en el continente africano, las autoridades de Suráfrica anunciaban en Ciudad del Cabo, con toda la gravedad que el caso amerita, que debido a una sequía que ya lleva tres años y que sus acuíferos están secos además de que Mozambique ya no les venderá más agua, solo tienen agua hasta el 12 de abril.  Esto hace que las ya estrictas restricciones sean aumentadas a niveles de crisis, tales como: los 50 lts. por persona por día se reduzcan a 25 lts. asi que la ducha diaria debe reducirse a 90 segundos, solo se permite lavar dos veces a la semana y tanto el agua de la ducha, como la de lavar, debe ser reciclada para utilizar en los inodoros; la cabeza solo se puede lavar una vez a la semana y no se permite regar jardines, a la vez que tu cuota de agua la compartes con tu mascota.

Estamos hablando de una real crisis y cerrar calles o avenidas no es una opción.

Se podrían imaginar ustedes lo que representan tres años sin que caiga ni una gota de lluvia?

Yo creo que no; porque en la mente del panameño lo que está fijado es que el agua debe estar presente y de manera gratuita en todos los lugares del territorio donde se mueva, incluyendo para botarla en carnavales.

Aquí, el agua debe acompañar al hombre hacia donde se dirija.  En Africa todos los animales, incluyendo al hombre, deben emigrar a donde el agua se dirija.

La tribu de los Masai en Kenia y Tansania han sido ganaderos por miles de años y por miles de años han sido nómadas, viajando con su ganado adonde va el agua y los pastos, y detrás de ellos va el resto de los animales.

Nuestra “civilización” aprendió a ser sedentaria y se inició con la agricultura, pero igual, cerca de las fuentes de agua.

Hoy día el agua es la columna vertebral del comercio mundial y dependemos de ella para la mayoría de las actividades humanas.  Es un recurso natural renovable, pero no siempre disponible.

Al comentar la crisis de Suráfrica, alguien me decía que “ese es un país muy rico y ellos pueden des-salinizar agua de mar”.  Eso puede que sea cierto, pero cuántas plantas y de qué tamaño requerirán para abastecer a todo ese país tan grande, ya que no estamos hablando de la Isla de Taboga o las islas caribeñas como Curazao.

El agua para consumo humano cada vez es más escaza y nos impone la obligación de conservarla y hacer un uso racional de ese recurso o correremos la misma suerte que ciudad del Cabo y no valdrán cierres de calles ni promesas de un Presidente.

Panamá se supone que tiene agua dulce en abundancia, pero despilfarramos tanto este recurso y hacemos tan poco para conservarla, que más pronto que tarde tendremos problemas de abastecimiento y como siempre le echaremos la culpa a un tercero y exigiremos al gobierno que nos resuelva el problema “para ya”.

La institución encargada de administrar el agua la hemos politizado tanto, que se ha convertido en un gran elefante cargado de burocracia, que le es imposible dar un paso hacia adelante, ni siquiera aún para resolver el problema de la pérdida de agua potable que casi alcanza a la mitad de la cantidad en pérdidas por agua no facturada y así aspira a administrar el agua a nivel nacional.

Hay un punto muy interesante que poco se menciona: quien le dio impulso a los acueductos rurales y a los huertos comunales en Panamá fue el Dr. Roderick Esquivel, ya que era un convencido de que la salud entraba por la boca y fueron muchos los acueductos que se establecieron por y con el patrocinio del Ministerio de Salud de ese entonces.

Trabajando en Colón fueron muchos los que establecimos de la mano de la Dra. Edith de Bethancour, que era una mujer incansable trabajando con las comunidades.

El proyecto se masificó y son muchos los acueductos rurales que hoy día se auto administran y son un ejemplo para el IDAAN; otros como todo, han sido foco de corrupción y clientelismo y han requerido de la intervención de las autoridades.

Pero con todas las críticas que se puedan hacer, el modelo es funcional y es el inicio de lo que se puede lograr cuando las comunidades se empoderan de los proyectos.

Esto es parte de los objetivos de la descentralización y es necesario que marchemos hacia allá, como guardianes de nuestros propios recursos naturales tan importantes como lo es el agua.