Ciencia, Bienestar y Ética

 

Desde que Homo sapiens sapiens se adelantó al resto de las especies de animales y fue conquistando territorios y poblando la tierra, ha desarrollado un creciente interés por conocer la razón de las cosas y probar posterior a la observación detallada de cualquier fenómeno, cómo y por qué se dan los procesos del entorno y más allá.

Este proceso se ha dado a llamar “Método Científico y le ha valido para entender y manipular muchos de los fenómenos naturales y lograr así, no solo satisfacer su curiosidad, sino resolver muchos problemas.

Nadie puede dudar que ese proceso metodológico que llamamos ciencia, ha contribuido enormemente a resolver los problemas que el hombre ha encontrado en su continua búsqueda de bienestar o calidad de vida.

De la misma manera es un hecho, que las sociedades primitivas logran su desarrollo por su capacidad en establecer consenso de grupo sobre cosas tangibles y no tangibles, que explicaban mucho de sus interrogantes, incluyendo en esto a las religiones.

Todos los libros sagrados de cada religión incluyen normas de conducta y convivencia para los feligreses; incluso se tocan temas sobre higiene, salud y alimentación.

Producto de ello, muchas enfermedades se han eliminado o reducido; la producción de alimentos se ha incrementado notablemente y en términos generales, el bienestar  ha aumentado. 

Toda regla tiene excepciones y existen áreas en el mundo con muchas carencias, mientras otras tienen superávit en muchas otras cosas.

Sin embargo, el hombre sigue estudiando, observando y probando métodos para dar respuesta a otros problemas que le aparecen o se encuentra en el camino.

El bienestar y el desarrollo fueron y serán el objetivo del hombre; utilizando el método científico para plantear y probar sus hipótesis y así van quedando atrás otras muchas teorías, creencias, incluso dogmas que orientaban su convivencia.

La ciencia ha avanzado tanto en diferentes áreas, que en estos momentos, se puede decir que está tocando la línea de las normas de convivencia que establecen las leyes y los dogmas de muchas religiones.

Tomamos como ejemplo solo un caso: para muchas religiones monoteístas, el cuerpo humano es sagrado y solo será manipulado por el sumo creador; pero la ciencia ya descubrió y aprendió a manipular el genoma humano y las células madres y a partir de allí puede detectar desde el feto, la presencia de enfermedades hereditarias, incluso ligadas al sexo y ha logrado controlarlas.  Pero además también ha logrado determinar el sexo, el color de los ojos y la eliminación de algunos rasgos; a partir de las células madres se han hecho  crecer en laboratorio, órganos humanos y trasplantados para su crecimiento en animales de laboratorio.

Aunque no está probado, se dice que ya algunos científicos lograron la clonación de un ser humano en laboratorio, como aquella oveja hace ya más de una década.  Ninguna de las religiones ni las leyes mundiales sobre ética abordan estos temas, porque ni se lo plantearon nunca.

La ciencia ha rebasado los límites de leyes y dogmas y hoy día se nota un temor de analizar a profundidad estos temas, ya que la inamovilidad de las normas es la base de los preceptos religiosos y por ello se convierten en dogmas. Hay que aceptarlos como cuestión de fe y las leyes para establecer otras normas terminan basándose en preceptos científicos, lo mismo que deberían cuestionar.

No es extraño entonces que exista una corriente de pensamiento que desea elevar la ciencia a categoría de religión (cienciología) y abordar desde allí todas las interrogantes que a futuro se vayan encontrando.

El tema da para muchos artículos y eso que solo se ha abordado una arista de todo el complejo tema.  Mi interés es ponerlos a pensar en los problemas que van más allá del rastrojal mediático de la política criolla que amenaza con asfixiarnos; debemos saber que estamos inmersos en una nueva era y que debemos abrir la mente, analizar y cuestionar lo nuevo que va saliendo, aceptando que muchas cosas tendrán que cambiar y otras nuevas van a aparecer. “Pienso luego existo”.