Diciembre siempre ha sido un mes cargado de fiestas, jolgorios y muchos excesos, pero también es un mes de reflexiones, análisis y propósitos de vida.Este 2020 no será una excepción, pero será o debe ser diferente. Las fiestas y el jolgorio deben ceder el espacio a la meditación, a la reflexión y a los propósitos serios.
Es que el momento te lleva a eso; seas del grupo social o religioso que seas.Vayamos a los tiempos primigenios de la humanidad y recordemos que de los varios grupos de homínidos que existieron, fueron los homo sapiens los que lograron sobrevivir y poblar la tierra; y su fortaleza estuvo no en la fuerza corporal, sino en actuar en comunidad y para ello aprendió a comunicarse y crear historias y pasarlas a sus respectivas progenies, mucho antes de inventar la escritura.Fue así como se formaron comunidades, grupos diversos y cada uno con sus propias reglas de convivencias, de aútógobierno, de saĺud o incluso de reĺigión y fígense ustedes que comunidades religiosas o con religión, a la larga siempre se impusieron a grupos que aunque más fuertes corporalmente, no contaban con reglas definidas, tanto sociaĺes como religiosas.Cada comunidad fue fortaleciendo sus reglas y creando su cosmovisión y basando sus preceptos religiosos en diferentes sucesos, agentes o idearios ya fueran: los elementos, los astros, animales del medio o seres sobrenaturales; lo importante es que por muy diversa o diferente que fueran las religiones todas se regían por normas que se parecían y se parecen en muchas cosas y que buscan al final la convivencia del homo sapiens y la armonía con su medio.
No es tampoco extraño que se acuerde mayoritariamente un calendario q rija y guíe a la comunidad mundial con fechas q establezcan motivos de relevancia para cada comunidad.ES innegable la influencia q tiene la luna en los fenómenos climáticos de la tierra, dando lugar a un calendario lunar que lo hacen coincidir con el calendario greģoriano que es el que conoce casi todo el mundo.Sea cualquier calendario y cualquiera de las religiones reconocidas en la actualidad tienen festividades importantes en el mes de diciembre, que invitan al recogimiento, la meditación y a departir con la familia aĺ concluir estas.Hecha esta aclaración, tengo dos anécdotas que quiero compartir con ustedes.En Alemania conocí a un gran amigo de mi hijo, de nacionalidad turca ý que se confesaba ateo; él y su familia, pero en su casa, en una repisa tenía un retrato de Ataturt (Ataturt fue un militar turco, conocido como el padre de la Turquía moderna y entre sus medidas fue la separación de la religión islámica del papel del Estado) y a uno y otro lado de este retrato tenía una estampa del mismo tamaño del Corazón de María y otra del Corazón de Jesús. Desde luego que le pregunté por esa rareza y me contestó: Todos ayudan; los tres ayudan.Volcan, como es su nombre, se venía a Panamá a pasar la navidad y regresaba a Stuttgart a celebrar el año nuevo.
La segunda anécdota es sobre una gran amiga, nacionalizada panameña, de origen hindostán y profesa la religión hinduista; pero tiene muchos años que luego de celebrar su navidad, que también la llaman así, ella celebra la navidad católica a su manera.Ella pone nacimiento pero este año que lo conocí, me di cuenta Que es un nacimiento muy “ecléctico” por decir algo. En vez de cielo tiene una gran bandeja de lapislázuli que compro en Turquía.El pesebre en sí son personajes aborígenes de los andes peruanos con ovejas pero también vicuñas; atrás se asoma un tigre de bengala y frente al portal la insignia de Ganesh y como novedad este año está llegando un chino al pesebre con los reyes magos. Todos los años nuestra amiga arregla su pesebre con el mismo entusiasmo y esmero que arregla su sala para una festividad religiosa que tienen cercana al día de la madre. Los budistas también celebran una fiesta en estos meses.
Volviendo a la idea del principio, Puede ser la religión que sea, monoteísta, politeísta, animista o la que sea, pero todos tienen algo en común. Tienen fé y eßa fé la desbordan o por lo menos tratan de resaltarla en este mes.Estés donde estés, con el clima que te toque en ese lugar, el ambiente te envuelve y te invita a meditar y a sentir que parte de esa gran comunidad de homo sapiens que ha llegado hasta aquí porque creyó en algo y sobre todo en sus congéneres. Esperan cosas diferentes y probablemente mejores, pero que solo lo lograremos como comunidad. Como en los viejos tiempos Feliz Navidad, donde quiera que estés.
Blas Felipe Morán