El Mafá

Más panameños que el mafá, es un término que últimamente se escucha con frecuencia.

Lo cierto es que el mafá, esa pequeña golosina fue traído al istmo entre muchas otras cosas por los chinos y poco a poco se fue posesionando de un sitio en la preferencia de los niños y luego en los adultos.

Ya no existe generación de panameños que no hayan conocido el mafá en sus años de infante.

Esa pequeña trenza hecha de harina y frita en manteca de puerco hasta tostarse, era un bocadillo preferido por los chiquillos en el recreo y a la salida de la escuela.  Su precio? En mis años de estudiante costaban 2 x 5 ctvs. Y se podía comprar una sola trencita, o sea medio real.

Con el tiempo ya no solo eran los chinos los que los fabricaban, sino panameños comerciantes y se empezaron a freír en aceite vegetal y aparecieron marcas de mafá, algunos buenos, otros no tanto; pero el sabor original se fue perdiendo y el precio fue aumentando.

Yo recuerdo que en Penonomé había un señor que había trabajado por muchos años con un chino haciendo mafá y al retirarse a su provincia natal, puso su negocio y vendía en el mercado público.  Debo decir que eran los mafá con el sabor más parecido a los producidos inicialmente.

Hace ya algunos años que por más que los he buscado, no los he vuelto a ver, sin embargo, ahora el mafá se vende hasta en los semáforos, pero a precios que puede pasar del dólar el sobrecito.

La calidad y el sabor varía tanto como el precio, pero lo cierto es que no hay nacional que no lo haya probado y taxista que no lo haya comprado en los semáforos.

Yo tenía un amigo colombiano que cada vez que lo iba a visitar, me pedía que le llevara mafá porque le agradaba mucho para acompañar su café.

Ahora que está de moda la gastronomía panameña me complació mucho hace una semana, que un chef preparara una ensalada y la coronara con crocantes trocitos de mafá, que les parece?

Miren lo que ha escalado la golosina que yo compraba a medio.  Ahora acompaña platos gourmet, impregnándole su identidad y que se pueda decir que es un plato tan panameño como el mafá.

Y Llegó la Navidad

Diciembre siempre ha sido un mes cargado de fiestas, jolgorios y muchos excesos, pero también es un mes de reflexiones, análisis y propósitos de vida.Este 2020 no será una excepción, pero será o debe ser diferente. Las fiestas y el jolgorio deben ceder el espacio a la meditación, a la reflexión y a los propósitos serios.

 Es que el momento te lleva a eso; seas del grupo social o religioso que seas.Vayamos a los tiempos primigenios de la humanidad y recordemos que de los varios grupos de homínidos que existieron, fueron los homo sapiens los que lograron sobrevivir y poblar la tierra; y su fortaleza estuvo no en la fuerza corporal, sino en actuar en comunidad y para ello aprendió a comunicarse y crear historias y pasarlas a sus respectivas progenies, mucho antes de inventar la escritura.Fue así como se formaron comunidades, grupos diversos y cada uno con sus propias reglas de convivencias, de aútógobierno, de saĺud o incluso de reĺigión y fígense ustedes que comunidades religiosas o con religión, a la larga siempre se impusieron a grupos que aunque más fuertes corporalmente, no contaban con reglas definidas, tanto sociaĺes como religiosas.Cada comunidad fue fortaleciendo sus reglas y creando su cosmovisión y basando sus preceptos religiosos    en  diferentes  sucesos,  agentes  o idearios  ya fueran:  los elementos,  los astros, animales del medio o  seres sobrenaturales; lo importante es que por muy diversa o diferente que fueran las religiones todas se regían por normas que se parecían y se parecen en muchas cosas y que buscan al final la convivencia del homo sapiens y la armonía con su medio.

No es tampoco extraño que se acuerde mayoritariamente un calendario q rija y guíe a la comunidad mundial con fechas q establezcan motivos de relevancia para cada comunidad.ES innegable la influencia q tiene la luna en los fenómenos climáticos de la tierra, dando lugar a un calendario lunar que lo hacen coincidir con el calendario greģoriano que es el que conoce casi todo el mundo.Sea cualquier calendario y cualquiera de las religiones reconocidas en la actualidad tienen festividades importantes en el mes de diciembre, que invitan al recogimiento, la meditación y a departir con la familia aĺ concluir estas.Hecha esta aclaración, tengo dos anécdotas que quiero compartir con ustedes.En Alemania conocí  a un gran amigo de mi hijo, de nacionalidad turca ý que se confesaba ateo; él  y su familia, pero en su casa, en una repisa tenía un retrato de Ataturt (Ataturt fue un militar turco, conocido como el padre de la Turquía moderna y entre sus medidas fue la separación de la religión islámica del papel del Estado) y a uno y otro lado de este retrato tenía una estampa del mismo tamaño del Corazón de María y otra del Corazón de Jesús.   Desde luego que le pregunté por esa rareza y me contestó: Todos ayudan; los tres ayudan.Volcan, como es su nombre, se venía a Panamá a pasar la navidad y regresaba a Stuttgart a celebrar el año nuevo.

La segunda anécdota es sobre una gran amiga, nacionalizada panameña, de origen hindostán y profesa la religión hinduista; pero tiene muchos años que luego de celebrar su navidad, que también la llaman así, ella celebra la navidad católica a su manera.Ella pone nacimiento pero este año que lo conocí, me di cuenta Que es un nacimiento muy “ecléctico” por decir algo. En vez de cielo tiene una gran bandeja de lapislázuli que compro en Turquía.El pesebre en sí son personajes aborígenes de los andes peruanos con ovejas pero también vicuñas; atrás se asoma un tigre de bengala y frente al portal la insignia de Ganesh y como novedad este año está llegando un chino al pesebre con los reyes magos. Todos los años nuestra amiga arregla su pesebre con el mismo entusiasmo y esmero que arregla su sala   para una festividad religiosa que tienen cercana al día de la madre. Los budistas también celebran una fiesta en estos meses.

Volviendo a la idea del principio, Puede ser la religión que sea, monoteísta, politeísta, animista o la que sea, pero todos tienen algo en común. Tienen fé y eßa fé la desbordan o por lo menos tratan de resaltarla en este mes.Estés donde estés, con el clima que te toque en ese lugar, el ambiente te envuelve y te invita a meditar y a sentir que parte de esa gran comunidad de homo sapiens que ha llegado hasta aquí porque creyó en algo y sobre todo en sus congéneres. Esperan cosas diferentes y probablemente mejores, pero que solo lo lograremos como comunidad.   Como en los viejos tiempos Feliz Navidad, donde quiera que estés.

 

Blas Felipe Morán