El Diablo es un Señor Muy Ordenado
Hace ya buen rato que no conversábamos sobre cualquier tema; pero este año de manera forzada por un resfriado, me tocó pasar encasa todas las pre y las post-fiestas de Corpus Cristi de Azuero. Con la ayuda de las explicaciones que daba el folklorista durante el desfile de diablos de Parita, más los entusiastas comentarios de mi amigo Jacques que no se pierde una fiesta de Corpus y que como buen europeo sí conoce muy bien a todos los diablos, ya que la mayoría han salido de allá. Si a esto le suma su recorrido desde Burquina faso al palo de mayombe en Brasil, el vudú de Haití y resto de las Antillas, hasta terminar en todo Panamá: Mira que sí ha visto diablos ¡
Todo este bagaje informativo, me empodero para abordar tan complejo tema.
Si a toda esta retroalimentación diablesca le sumas la sesuda descripción que nos canta Facundo Cabral sobre el diablo, debo concluir que hoy conozco más al diablo y me explico mejor cada una de sus acciones.
Empezando y lo vimos en Parita, no todos los diablos tienen “cachos”. Así nos dice Facundo. El diablo es un señor muy ordenado, nunca olvida su saco y el sombrero y a veces, esconde sus cuernos y su cola en negro y pesado maletín, donde guarda entre otras cosas los permisos que le autorizan a oprimir al pueblo y saca entonces sus mejores galas y otra cara y hasta utiliza la cruz si es necesaria; con coloridos vestidos y muchos espejos bailan y festejan frente al mundo y logran cegarlos con su brillo, mientras le roban hábilmente su inocencia.
El diablo no solo esconde bien sus “cachos”, sino que puede usar tres, cuando es gran diablo y se reúne con socios de otras tierras y cuartean no solo el sol, sino las vidas.
Hay que ver a los diablos cuando entrenan su orgullosa legión de mil diablitos para que cuando crezcan sean capaces de seguir la tarea paso a paso.
En su gran maletín va acumulando la esperanza, la fe y la primavera y algo que bien guardado lleva; la alegría infantil que nunca han conocido en ninguno de los cuartos en que partieron la manzana.
El diablo se mantiene muy ocupado recorriendo muy bien el este y el oeste; y como lo que se utiliza es alta gerencia, solo los diablos están autorizados, ya que las diablas en esto están al margen.
En el mundo de hoy mucho ha cambiado y no es raro ya, ver en las negociaciones los diablos, las diablas y hasta diables, siempre y cuando aporten a la bolsa todo el esfuerzo requerido para que el siervo entre al redil acordado, ya en la mesa.
El diablo últimamente está apurado, ya que tiene pendientes al norte al sur al este y al oeste. Talvez quizás, en Palestina o Barrio Nuevo y también porque no, hasta en el Vaticano. Y entre asunto y asunto siempre saca un instante para empinar el codo y entre tragos de sangre y fentanilo, sobrellevar mejor la dura carga.
Una última tarea, le queda a la diablada y es explorar en el averno, otro mundo por si acaso el actual ya no aguantara.
ING. BLAS MORAN
Junio 2024