El Pájaro Macuá
Conversando de distintos temas con el amigo Chepe, salió a relucir la palabra macuá, más que nada por su similitud con otra palabra y quedamos hablando de macuá y lo que hoy día representa esa palabra.
Para los más jóvenes o menos viejos, macuá es sinónimo de brujería y con frecuencia se escucha “le echaron la macuá”; pero para los menos jóvenes por no decir viejos, macuá es el nombre de un pájaro cuyas plumas, nidos y el propio animal, se utilizaba para preparar conjuros.
Al igual que la leyenda de Mariana del Monte y todos sus cuentos que ya hemos abordado en dos ocasiones, el pájaro macuá forma parte de la tradición panameña que empieza a desdibujarse por diferentes motivos; pero que este artículo lleva el propósito de preservarla.
El pájaro macuá según cuentan los viejos es un pájaro pequeñito que pone sus nidos en los riscos muy altos o en árboles de gran altura y donde sea muy difícil la llegada de predatores, incluyendo al hombre.
Atrapar a esta pequeña ave, es casi imposible, pero los más hábiles que pueden llegar y trepar a esas alturas, se conforman con tomar el nido y las plumitas que en él se encuentren y se comercializan a precios asombrosos. Para qué? Pues las plumas y pedazos de nido se conservaban en perfume (santiguado por el brujo) y este perfume era efectivo para “abrir puertas”, atraer fortunas y conseguir pareja.
Cuando se construía la represa de Bayano, muy cerca al campamento “acordi”, a orillas del río, había un gran farallón como de 20 m. de altura y en una de las ramas de un árbol que crecía entre los riscos, un indígena Emberá me mostró un pájaro macuá que salía del nido. La verdad yo vi volar a un pajarito muy pequeño, pero a esa altura, nunca llegue a ver el nido, pero por más quetraté de entusiasmar al indígena, este no quiso realizar la hazaña de conseguir el nido. Se imaginan ustedes yo joven, guapo y con un nido de macuá completo? ja ja ja
Para completarles la historia, hoy, le solicité al Lic. Benny Wilson, reconocido ornitólogo de Panamá y miembro de la Sociedad Audubon que me ilustrara sobre el citado pájaro y esto fue lo que me dijo: En efecto, este ave se le conoce con ese nombre y se trata del “ vencejo tijerita menor” Panyptila cayennensis y que construye una especie de ducto en los acantilados o árboles altos en los que pega con su saliva plumas y pelusas del entorno.
Otra ave con ese nombre es el mochuelo centroamericano que es un búho de mayor tamaño y se le escucha cantar lacónicamente, pero este por lo menos en Cabuya se le llama “cocorito” y se le responsabiliza de ser ave de mal agüero, ya que su canto atrae muerto.
De todas maneras son costumbres que se han ido erosionando con el tiempo; parte por la formación cultural de la población, pero yo creo más que por la alteración del entorno, ya que conseguir hábitat para estas aves, ya no es tan cerca a la población y así hay que buscar otras alternativas.
Se imaginan que fuera sencillo conseguir el nido de macuá hoy día? Cuántas niñas se embadurnarían en perfume y se le presentarían a Cristiano Ronaldo; lo que no saben es que ese si consiguió el mismísimo macuá, pero en vez de frotarse el perfume se lo tomó y ahora le ocurrió lo mismo que a Adonis.
Por lo menos, ya saben de dónde viene la palabra macuá.