Jueves Santo

 

Hoy es jueves 14 de abril.  Jueves Santo para los que celebran la Semana Santa.El día está como todos los jueves santo; lúgubres, gris y con amenaza de lluvia.La tarde empieza y escuchando el noticiero desde Cabuya, resaltaba el locutor la importancia del día jueves, ya que en este año coincidentemente los católicos celebran la última cena de Jesús con sus apóstoles, el beso de Judas, el anuncio de la negación de Pedro a su Pastor, la primera Eucaristía y como colofón el lavatorio de los pies a los12 apóstoles por Jesús, mientras, los judíos celebraban la Pascua. Otra fiesta religiosa para los judíos.                                 

El pasaje del lavatorio de los pies me trajo a la memoria una anécdota de su niñez que me contó en la universidad mi dilecto amigo y colega Ángelo y hoy lo comparto con ustedes.

 

Ocurrió en Penonomé donde vivía el niño Ángelo y cuyo pasatiempo preferido era jugar futbol; más bien patear pelota.  Dentro de sus obligaciones del día jueves santo estaba la de vestirse de apóstol y asistir a la ceremonia del lavatorio de los pies, en la iglesia de la ciudad.

Ángelo aprovechó desde la mañana para reunirse con toda la gayada, ya que estaban en vacaciones de Semana Santa y jugar futbol todo el día era una posibilidad…

 

La tarde avanzó con rapidez y la ceremonia del lavatorio ya iba a empezar y faltaba un apóstol, el que jugaba futbol.

 

La madre muy preocupada lo mandó a buscar al campo de juego y Ángelo apenas le dio tiempo de quitarse el suéter y la pantaloneta, colocarse una sotana y vestirse de apóstol.  Se quitó las zapatillas y se puso unas cutarras, se incorporó  a la ceremonia que ya había empezado con 11 apóstoles.

 

Ángelo me contaba que a el jamás se le olvidaría la cara que puso el cura al lavarle y besarle los pies y tampoco se le olvidaría el castigo impuesto por su madre por tan terrible irreverencia.

 

Esta anécdota me llevó a un tema muy correlacionado.

 

Por coincidencia el miércoles santo; se conmemoraba el día mundial contra el trabajo infantil y daban el dato de que el 70% del trabajo infantil del mundo, está en el sector agropecuario; y aunque Panamá recibió reconocimiento de la OIT por haber bajado a cero el trabajo infantil, en el cultivo de la caña, aún quedaban indicadores no tan bajos en otras actividades.

 

Independientemente del mugre y la pestilencia de los pies del niño “apóstol”, eran los pies de un niño feliz, pero en la misma época, en la misma provincia, pero en otras áreas como los cañaverales de las empresas azucareras, los pies de muchos niños, cubiertos de hollín y cenizas sorteaban brasas todavía humectantes, recogiendo caña para cargar las carretas que debía llevar al batei del ingenio, antes de que cualquier otro envío.  Por otro lado, en los campos de cebolla los pies de muchos niños cubiertos de lodo, era la mano de obra barata que se encargaba de sembrar los plantabandas con plantones de cebolla en la tierra recién empapada.

 

Mientras, un poco más allá en las salinas de Aguadulce, pies de niños cubiertos de fango y lama acompañan a sus padres a extraer la última zafra de sal, ya que las lluvias pronto llegarían.

 

Esto me trae a la memoria otra anécdota, pero ya no en Coclé sino en los Santos.

 

Como dije al principio los días de la Semana Santa son grises y lo más seguro es que en el cambio de luna cae el primer aguacero y con él se suspende la zafra de la sal.

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Bajo un candente sol de mediodía una familia completa se dedicaba a sacar la última sal de la zafra.  El padre llenaba los sacos para sacarlos y llevarlos fuera, mientras la madre en compañía de dos niños rastrillaba en los destajos, la sal que el sol había dejado al descubierto, al evaporar el agua de mar.  De pronto, una espesa nube gris fue cubriendo el cielo y cubriendo al hombre que trabajaba con una gran preocupación por la posibilidad de una lluvia.  Mientras tanto, los niños suspenden su labor, para aprovechar la inesperada sombra y empiezan a cantar “que llueva, que llueva, la virgen de la cueva (si fuiste niño, alguna vez, ponle la música).

 

Unas gruesas y dispersas gotas de agua empezaron a caer, mientras los niños cantaban de nuevo.  Que llueva, que llueva, la virgen de la cueva; el padre los voltea a ver y con una preocupación que se transformaba en molestia, les canta: que llueva, que llueva y  mañana comen mierda.

 

Volviendo a nuestro tema, ¿quién lavaría los pies de estos niños?  De seguro que la madre, para que el día viernes asistan a la procesión de Viernes Santo porque el sábado, si no ha llovido, hay que regresar a los esteros y nuevamente ensuciarse los pies en las albinas bajo el inclemente sol de temporada, aunque alguna nube lo oculte por rato.

 

Pareciera que desde los tiempos bíblicos era lo mismo; lo cierto también es que en nuestro medio sigue ocurriendo lo mismo en nuestro campo. Porque pareciera que  “el pasado conquista nueva cara!”

 

 

ING.  Blas Morán

Abrill, 2022

Tertulia de Bollos Chango

 

A finales de noviembre y principios de diciembre está empezando la maduración del maíz para los agricultores que siembran la “segunda coa”, según las cabañuelas y los ciclos de la luna.

 

Este año no ha sido excepción, pese a los cambios climáticos que ya se manifiestan.  Es por ello que se llama maíz de pascua.

 

Este es el tiempo de bollos y tortillas “changas” y en Cabuya, mi pueblo aunque esta tradición se está perdiendo, aún se hace “bolladas” y yo no pierdo la oportunidad de aportar mi cuota de trabajo y recibir mis bollos, que sigo  diciendo, son los mejores que yo he probado en todo el país.  Pero sobre todo, escuchar los comentarios, chismes  y chistes de una “tertulia bollanguera” es una experiencia folclórica, que no tiene precio.

Dependiendo de la labor que usted realiza, estará en un círculo de tertulia y los temas pueden variar de un círculo a otro.  Por casualidad pasé por el círculo de los expertos, sacando los capullos y me detuve a saludar a un viejo amigo y escuché la anécdota que a continuación les comparto.

 

Todo empezó porque les reclamé que nadie me había avisado que se había muerto un conocido; a esto afloró el comentario sobre otros que también habían partido, pese a que eran una familia numerosa de puros hombres, fíjense que hasta R. R. (las iniciales las inventé para no poner nombre) se fue y ahora está en paradero desconocido.

 

¿Cómo es eso? Preguntaron, a lo que respondió el relator: R.R. fue de los primeros en partir, pero recuerden que el ya no vivía en Cabuya y lo trajeron a su pueblo para enterrarlo y yo participé en el trabajo de sellar la bóveda y hasta medio litro de seco le metieron para el viaje. 

 

La esposa al parecer no estaba de acuerdo y esperó los 3 años y sin consulta a los familiares sacó los restos y se los llevó.  Los otros hermanos se enteraron y me mandaron a mí para que constatara el hecho y lo único que encontré en la sepultura fue el medio litro de seco y si lo dejó allí, es porque no lo quería, así que lo tomé y me lo llevé.  Yo no bebo, pero para algo me ha de servir pensé y R R no lo va a venir a buscar.   Fíjense como son las cosas, que la Sra. No duró un mes; le dio un ataque fulminante y murió y ahora R R está en paradero desconocido.

 

Cierto día paso por el parque y encuentro a los “pacheros” exprimiéndose los bolsillos para ver cómo completaban para comprar una pachita de seco.  ¿Les pregunté cuánto tienen? Sólo tenemos B/1.50.  Dámelo y acompáñame, que les voy a resolver el problema.  Les entregué el medio litro de seco y así terminó la historia de R R, hoy en paradero desconocido.

Bueno, la verdad es que él estaba muy bien en su pueblo, pero se dio a la fuga.  La risa y la chacotería continuó unos minutos, hasta que uno de los tertulianos concluyó diciendo: Rubén Blades dice que “la vida te da sorpresas”, pero la muerte también tiene lo suyo.

El Olor de las Ciruelas

Hace algunas noches, deshojando recuerdos de otros veranos en Cabuya, sacamos a relucir los diferentes árboles y jobos que había en los distintos caminos hacia el río y tanto de jobos, como de ciruelas, salió una nutrida lista de nombres.

 

Me vino a la memoria la novela del premio nobel García Márquez “Los Funerales de la Mamá Grande” y comentaba: si cada clase de ciruela tenía una reina, a ese funeral asistirían muchas reinas.  El tema saltó casi sin poner punto y aparte a las ferias y festivales que no existían en Panamá y salió a relucir la ciruela.  A diferencia del atlántico colombiano, donde en un pueblo relativamente pequeño era una fiesta grande y se exaltaba la ciruela “micoya” con su reina, bailes y refrescos, mermeladas, salsas, guisos, conservas, todas preparadas con esta ciruela.

 

 

De allí el tema saltó a cuando casi todas las ciruelas y jobos se podían comer y saborear sin temor a que fueran un cultivo de gusanos.  ¿A qué se debe esto? Preguntaban.  Esto es parte de la catástrofe en que ha venido cayendo el sector agropecuario panameño desde hace más de 30 años.

Panamá contaba con una plantación y fábrica de jugos y pulpa de naranja, propiedad de un solo hombre (multimillonario).

  A Centroamérica llegó la mosca del mediterráneo; ¿y que creen?  Panamá entró en el programa de control de esta mosca porque atacaba a los cítricos.  El señor Daniel K. Ludwing cambió su inversión para Brasil y desde entonces se fueron reduciendo los controles de la mosca por la OIRSA y luego entraron otras moscas fruteras que atacan no solo a los cítricos, sino a diversos frutales como los mangos, todas las ciruelas y otros frutos silvestres.

 

Las áreas húmedas de Panamá son vorazmente atacadas por las diferentes moscas fruteras que ya están en el medio.  Una campaña con moscas estériles podría ser lo indicado, pero son programas altamente costosos y a largo plazo, así que las posibilidades se ven muy lejanas con las prioridades que tiene este sector para nuestra economía.

 

Volviendo al tema de las ciruelas; aprendamos juntos un poquito sobre la historia de esta fruta que está entre nosotros desde antes de la llegada de los europeos.

 

Empezamos diciendo que las ciruelas se dividen en dos grupos: las amarillas con diferente intensidad en el color y tamaño, cuyo nombre científico es Spondias mombin y las rosadas hasta púrpuras cuyo nombre es Spondias purpúreas.

 

Según los historiadores, a las amarillas se les conocía desde entonces con el nombre de Houbo, Jobo, en lengua taína y Jocote, Xocotl en lengua náhuatl.

 

A la llegada de los europeos ya esta fruta estaba diseminada por todas las Antillas y Centroamérica.  Cristóbal Colón la reporta en su primer viaje en Honduras, cerca al Cabo de Nombre de Dios.

 

El nombre de ciruela fue acuñado por los españoles por la similitud con las ciruelas europeas y fueron llevada a Perú desde la gobernación de Nicaragua, por lo que en muchos lugares de Suramérica son conocidas como ciruelas de Nicaragua (las rojas).  Como dato curioso, Panamá es el único lugar en donde algunos utilizan el término Cigüela con el complemento “micoya” posiblemente haciendo referencia a el área nico-costarricence de Nicoya de donde procedía la semilla.  Esta es precisamente la ciruela objeto de ferias y festivales en la costa caribeña de Colombia.  ¿Por qué allá se conservan sanas y hermosas estas frutas? Porque existe un tapón del Darién que sirve de barrera para el paso de las moscas fruteras.  Ojalá y sigan impidiendo el paso de esos insectos para que puedan continuar teniendo reinas de la ciruela pueblitos a veces olvidados de Dios y del Diablo.

Mientras nosotros, los de las zonas más húmedas del país seguiremos deshojando recuerdos de cuando cosechábamos jobos para hacer duros y chichas; con las fiestas de San Juan cortar racimos

De “ciruela San Juan”, cosechar ciruelas traqueadoras o moradas en Semana Santa y tanto otro producto de la variabilidad genética existente en esta especie.

 

En las áreas del arco seco donde todavía las moscas no se aventuran a llegar, que aprovechen y siembren ciruelas “micoyas”, el aroma de los jobos y sobretodo, que no dejemos morir ese patrimonio que nos legaron nuestros aborígenes y eso que por espacio de este escrito, no hemos tocado el tema de los beneficios terapéuticos y medicinales que tienen los jobos y las ciruelas, conocidos desde antes que llegara Cristóbal Colón a estas tierras.

 

SABÍAS QUE:

                         ¿La cáscara y cogollo de la ciruela tiene propiedades antisépticas muy eficaces?

Nada como el Jamón y el Pavo

 

Desde que da inicio el mes de octubre, empiezan las papilas gustativas de todos los panameños a segregar, que indican que las navidades están acercándose y que pronto hay que comprar el pavo y el jamón y que si le queda a mano pelear para conseguir otro donado por algún político; lo importante es tener suficiente en navidad y año nuevo.

 

Así entre ahorros, gestiones y recetas, llegamos a diciembre y casi que empezamos a saborear ese pavo y sobre todo, ese jamón con “una receta novedosa que dieron en la televisión”.

 

Algunas cocineras se conforman con un “Picnic”, pero grande, para comer bastante; otras con más recursos plantean que “yo no quiero Picnic porque la mayoría es hueso”.  Aunque sea más caro, prefiero comprar uno de pernil porque tiene mucho más carne y poco hueso.

Con el pavo resulta algo igual.  Los pavos son muy grandes, por lo que algunos supermercados los venden partidos en dos o en cuatro partes, pero la sra. dice: “yo no voy a hornear una mitad de pavo, aunque sea grande lo quiero entero”.

 

Por fin llegó el 24 y las expectativas suben al máximo y el trajín en la cocina es mayúsculo; además casi se puede decir que se desayuna mal y no se almuerza porque la cocina en su totalidad está dedicada a la preparación de la cena de Noche Buena, teniendo como figura central el jamón o el pavo o ambos; y por fin la mesa está servida y los comensales se dan una opípara cena y comen jamón hasta saciar las ansias reprimidas desde el mes de octubre.

 

La mañana del 25 es de rigor desayunar con rosca de pan de huevo y nuevamente jamón.  De manera perezosa el día discurre y toca entonces hacer la visita a donde la abuela, la tía, algún hermano y por qué no, los vecinos y en todas las casas te brindarán tamales, arroz con guandú, rosca de pan, ensalada, etc. Cualquiera de estos platos acompañado desde luego con jamón y además tu merienda en el primer día de trabajo no te quepa la menor duda que llevará jamón.  Cuando llega el Año Nuevo y se repite otra cena abundante, es probable que el jamón sea reemplazado por el pavo, pero también encontrarás jamón.

Escuchando a un D.(isk) J.(jockey) de una emisora local, hablando del desayuno de los 10 días (roscas con jamón) y pidiendo por favor cuándo llegaba la sopa de poroto, no porque fuera tan fanático, sino porque eso era indicativo de que ya el jamón se había acabado.  Una oyente llamo para reprender y decía “cuántas personas hay que, en estos momentos, que no han comido nada en días y usted se queja de repetir una comida.  El regaño me pareció conocido y es que es el regaño de todas las mamás del mundo, pero yo a esto opinaría que el mismo argumento podría aplicarse al momento de comprar; porque comprar en exceso, ¿si hay tanta gente que no tiene para comprar ni lo básico y por qué tener que repetir por 10 días la misma comida?

 

Para los que podemos escribir estas líneas sabemos que no siempre; hubo un tiempo en que había jamón.  Las carnes se reducían a pernil, paleta, chuletas, gallina dura, gallo y el pavo pero que no venía de afuera, estaba en “vivo y a todo color”.  Aún recuerdo, de niño, ver en la bajada de Salsipuedes a señoras billeteras rifando un pavo y varias gallinas en los días previos a Navidad.  Eran tiempos de honestidad, incluso en las billeteras.  El problema era para el que se ganaba la rifa y le tocaba llevarse para su casa un pavo vivo, ya que para matarlo, era todo un macabro ritual que consistía en emborrachar al pavo con vino para luego matarlo.  Afortunadamente ya esto no se estila porque esto es considerado tortura animal.

 

El consumismo actual nos obliga a comprar en exceso y a comer de forma desmedida hasta indigestarnos y tener que lamentarnos, pero ya se te pasara y empezaras a ahorrar para repetir el drama el próximo año.

 

Bueno estimado lector, lo único que me resta es desearle que disfrute su sopa de poroto con huesos de jamón y tiene un año para convencerse y convencer a la patrona, de que no importa lo que le sugieran los medios y la tele, sean más comedidos al comprar su cena para la próxima navidad y año nuevo; igual va a disfrutar su sopa de porotos, pero sin esa sensación de hastío del jamón y el pavo.  Feliz Año de los patitos.

 

8 de Diciembre en el Vecindario

 

Cambia, todo cambia en esta vida, dice el dicho que lo único permanente es el cambio y el día de la madre no es la excepción.  Dos comentarios que escuché esta semana me removieron los recuerdos y me fui hasta mi infancia en la vecindad.

 

El “maestro” Rubén Blades, coetáneo conmigo, mantiene fresco el recuerdo de sus años en el barrio y decía que uno creció con muchos maestros y con muchas mamás; todos los del barrio y esto es muy cierto.  Por otro lado, un comentarista mencionaba que cuando creció, él le regalaba en el día de las madres, no solo a su mamá, sino a sus tías, primas y hasta las vecinas; que no sabía cuánto dinero gastaba, pero a todas compraba un regalo y una tarjeta.

 

A mi mente llegaron los recuerdos de mis vivencias en la vecindad, donde crecí y los comparto con ustedes:

 

El día de la madre era una fecha fija, importante y uno se preparaba para ello a lo largo del año; cuánto podría guardar, era muy relativo, pero B/.100.00 era una meta casi superlativa.  Hay que resaltar que el consumismo no se había incrustado en la sociedad; la televisión no existía, así es que las propagandas por radio no surtían el efecto de hoy día.

El día 6 y 7 de diciembre era la fecha para que la muchachera de vecindad saliera a recorrer la Ave Central y con su lista de compromisos, explorar las posibilidades de regalos.  Los almacenes más visitados según el presupuesto disponible eran: en Calidonia El Standard, American Supply en calle J, todas las tiendas de indostanes (para pañuelos finos); en la central el almacén Quinta Avenida, Wong Chang, El Corte Inglés y en Santa Ana El Panazone, Casa Zaldo, Bazar Francés y El 5&10, pasando por salsipuedes.  Para qué mencionar otros almacenes como el Bazar Español, etc., donde todo el presupuesto no alcanzaba para un solo regalo.

 

El presupuesto debería alcanzar para los regalitos de casa (mamá, abuela, tías) y las principales mamás del patio y si no alcanzaba, debía salir aunque fuera una tarjeta.  En mi caso, yo tenía la habilidad para el dibujo y pintura, así que personalizaba tarjetas para: la chomba Elena, la tabogana Gilda, las darienitas Sra. Teresa y Sra. Ana y para la Sra. Juana: hasta para la mamá de algún amigo de la calle.

 

Como siempre he dicho, en la vecindad, todos teníamos un origen diferente, lo único que nos unía era la pobreza y las ganas de surgir.  Quizás por eso convivíamos tan bien, hasta que uno a uno fuimos saliendo y gracias al estudio, cambiamos de vida.

 

Otra cosa que nos unía era la fe católica y el día 7 de diciembre, todos los muchachos (chicos y grandes) tenían que confesarse para poder comulgar el día 8 de diciembre en misa, ya fuera de 7:00 ó de 8:00 a.m.  Las colas en las iglesias eran inmensas, pero todo eso era parte de una aventura grupal.

Las serenatas, eso era toda una historia.  A nadie se le ocurría llevar una serenata de día de la madre con mariachis.  Serenatas eran con “cuerdas” y cualquier otro instrumento musical, acorde con el grupo; y desde luego, las voces de los cantantes.  Las personas con algo más de recursos contrataban a grupos profesiones de trovadores, pero si no, tenía la opción de reunirse con dos primos, el tío y un amigo, que podían formar un grupo de trovadores y a la salida del trabajo, se compraban una botella de seco, se reunían en el parque para afinar la garganta y practicar las canciones.  A las 10 de la noche, la botella se había acabado y el grupo se escuchaban más afinado que el trío Los Panchos y salían a dar serenatas a las madres que tuvieran la mala suerte de ser las elegidas.

 

En la vecindad, si había niños de primera comunión, se repartía desayuno de chocolate, chicha y emparedados en pan de molde con queso amarillo y jamón.  En la tarde habría que ir a la procesión, mientras las mamás guardaban en la vitrina que había, en lo que ocupaba el espacio de una sala, el jueguito de té, los vasos de cristal policromados o copitas para coctel. Objetos que jamás utilizaría en su vida, pero que hasta el día de su partida conservaría, porque cada uno guardaría el recuerdo de un hijo que ya se hizo viejo, un sobrino que se fue lejos o un niño del patio que jamás ha vuelto a ver. 

 

Ninguno de estos obsequios se compró porque lo anunciaban en ninguna red ni en ningún programa pagado que obligara a gastar.   El precio de los regalos si se quiere era irrisorio, pero el valor era incalculable desde las tarjetas que se compraban a buhoneros o el telegrama que podías enviar a cualquier lugar del país a costo de 0.10, precio especial del día de la madre.  No importaba la cantidad de palabras.

 

Cuánto hemos avanzado desde entonces y cuántas cosas se han superado, pero cuántas otras se han olvidado hasta llegar a lo que hoy se tiene.

 

Ing. Blas Morán

8 de diciembre de 2021

 

Aporofóbia, una Nueva Palabra

 

En la población de Capurgana, en el Chocó colombiano se encuentran varados cerca de ochocientos migrantes esperando para ser transportados a otra comunidad colindante con la frontera de Panamá, para luego internarse en el “tapón del Darién” y llegar a algunos de los pueblos de Panamá y continuar su camino hacia el norte. 

 

El grupo está compuesto por 5 ó 6 nacionalidades distintas.

 

Un funcionario de las Naciones Unidas explica lo que alcanzan a hacer con los limitados fondos con que cuentan, a la vez que enumera uno a uno todos los peligros o amenazas reales a la que se enfrentarán con seguridad en el tapón del Darién, antes de llegar a algún pueblo de PanaUn periodista entrevista a un joven haitiano y le hace mención de todos los peligros que acaba de mencionar el funcionario de ACNUR y por qué su decisión de continuar esa peligrosa travesía y el joven le contestó: Porque para morir nacemos y si me toca ahora no pasa nada y si no me toca, continuo.  Esto lo decía con una naturalidad y una sonrisa que impactaba.

 

Una amiga de visita en Suráfrica fue al Cabo de la Buena Esperanza y se preguntaba “y es que existe la mala esperanza?  Escuchando este documental encontré la respuesta a su pregunta.

Esa resignación más que tranquilidad de esas personas semejan a un enjambre de insectos que vuelan atraídos por la luz, aunque el calor los consuma antes de llegar.  Todos experimentan un “norte tropismo” positivo que los empuja a seguir, pese a lo que digan otros.

 

Pero aquí no queda el problema, porque además de todos los peligros en el Tapón del Darién, deben afrontar el repudio, la discriminación y el rechazo de grandes sectores de la población en cada uno de los países por donde pasen y esto nos lleva a tocar un tema colateral, pero de gran complejidad.

 

Hace ya  unos meses una doctora española  llamada Adela Cortina, Catedrática Emérita de Ética y Filosofía Política en la Universidad Pontificia de Valencia  dictó una conferencia magistral, donde informaba que por fin después de 22 años de insistencia y lucha, la Real Academia  de la Lengua aceptó y añadió al léxico español la palabra “aporofobia” compuesta de aporos = pobre, sin recursos; fobia = miedo, repudio, rechazo.  O sea que aporofóbia es el rechazo o repudio a la gente pobre aunque sean de tu propia familia.  Como les dije, el tema es profundo y complejo; por lo que solo lo tocaremos por encima.

 

El homo sapiens conquistó el mundo entre otras cosas, por su capacidad para vivir en comunidad e interactuar entre ellos  y con un cerebro capaz de estimular tanto el egoísmo como el altruismo, según sea el caso.

 

Si bien el cerebro tiende a rechazar todo aquello que atenta contra la supervivencia y por ellos busca los lugares y las personas que sean más parecidas a él en lengua, costumbres, ideales, etc. Y está dispuesto a dar a otros aunque estén lejanos, pero también están dispuestos a recibir o sea siempre debe haber la reciprocidad de por medio.

 

Veamos unos ejemplos.  Por efecto de la pandemia la cantidad de viajeros que llegan a Tocumen ha disminuido notablemente.  Sin arriesgar las medidas de bioseguridad, cada día se facilita el retorno de los añorados turistas, sean de cualquier lugar, pero que vengan a comprar en nuestras tiendas y gastar en nuestros hoteles, ellos traen algo para darnos.  Por otro lado, pero todos los que están en Capurgana esperan que Panamá abra la frontera y son considerados migrantes irregulares y el gran grupo es muy heterogéneo en cuanto su color de piel, lenguaje, costumbres, lo único en que se parecen es que son pobres, no tienen nada que ofrecer a cambio.  Por otro lado un buen número son venezolanos.  Los primeros en llegar a Panamá hacen algunos años, no se llamaron “migrantes” era inversionistas algunos con intensiones no tan claras, pero traían recursos para buscar un socio local y en su gran mayoría los encontraron.

 

Estos que llegan o tratan de llegar ahora son del mismo país, hablan la misma lengua, tienen la misma fisonomía, pero no tienen nada que ofrecer y automáticamente son aislados y se activan señales de repudio o tenor y empiezan a levantarse gritos de rechazo de manera individual y colectiva.

Con los haitianos sucede algo parecido. Hace ya algunos años, periódicamente llegaban a Tocúmen un grupo numeroso de haitianas para ir directamente a zona libre de Colón y gastar entre 3 a 5 mil dólares en mercancía para llevar a su país <<<<<, eran señoras muy pobres con escaza educación que recogían el dinero de otras buhoneras de peor condición que ellas. Estas Sras. No se alojaban en hoteles así que el aeropuerto le prestaba un depósito y allí, en grupo se alojaban todas y re empacaban su gran carga para su vuelo de regreso. Las autoridades le prestaban atención y le daban hasta seguridad en su trayecto a Colón porque en conjunto era mucho dinero el que traían consigo. Los que entran por Darién, son haitianos del mismo país, pero estos no tienen nada que ofrecer a cambio. Las Sras. Del aeropuerto les llamaban “Las Mamas”, estos son migrantes irregulares y deben ser confinados en campamentos en Darién.

Otro caso en nuestro pasado reciente (por invasión) fue lo ocurrido con la colonia de salvadoreños que Torrijos llevó a Coclesito.  ¿Qué amenaza representaba para el país este grupo de campesinos? (paupérrimos y con poca educación) pero el gobierno de Endara los regresó a sus orígenes, a pesar de que muchos ya habían formado familia con panameños.  No representaban amenaza, pero no tenían nada que ofrecer.  Estaban en situación “aporosica” y fueron objeto de “aporofobia” pura y dura.

 

En los países donde el futbol es un negocio, además de un deporte, se contratan cazadores de talento y buscan jugadores destacados, sean de países diversos, de etnias diversas y lenguas diversas, pero con habilidades sobresalientes, disponibles para ofrecer a diferencia de los que llegan en barcazas inseguras, con solo su vida como equipaje.

 

Volviendo al caso de la catedrática que creó la palabra aporofóbia y que menciona algunas normas y actitudes para frenar o neutralizar esta fobia, olvidó un detalle muy importante.  Se trata del modelo económico que impera en todo el mundo y que es conocido como neoliberalismo.

 

Este sistema más que potenciar la reciprocidad, potencia el consumo a nivel global y además, bajo la premisa de que toda actividad social material o inmaterial debe tener como resultado final un producto que pueda ser cuantificado o sea que tenga valor económico.  Entonces si usted no tiene nada de valor que ofrecer, queda fuera del mercado y por ende está sujeto a ser segregado, discriminado y rechazado por personas o grupos de personas incluso partidos aporofóbicos.

 

Los Dioses según Europa

 

Cuando el amigo Jacques me mencionó que San Antonio estaba en los “Orichas” de la religión santera, fue necesario estudiar y no poco, para informarse y luego escribir algo sobre esa religión y el vudú y su sincretismo con los santos católicos.

 

Los europeos inicialmente recordarán ustedes, que eran politeístas y a la llegada del cristianismo con el monoteísmo, esta religión se consideró pagana y proscrita.

 

 

Sin embargo, siglos antes el politeísmo era practicado en Grecia y al ser dominado por los romanos, no pudieron eliminar sus creencias y los romanos adoptan la religión griega y le cambian los nombres a cada uno de los dioses griegos por nombres romanos.

Les digo todo este cuento porque en la clase de historia en la secundaria debías estudiarla y de hecho sabías los nombres de algunos de los dioses principales, todos como Venus o Afrodita, Neptuno o Poseidón y muchos otros que solo con mencionarlos sabe uno a qué dios se refiere y si es griego o romano.  Esto es considerado cultura general; pero los europeos nos invadieron y nos saquearon hasta los dioses, luego trajeron esclavos negros arrancados de África y también los obligaron a abandonar su libertad, su familia y también su religión.

 

Por ser algo ideologico,a los negros no fue fácil eliminarles la religión y se repite una historia donde se le pone a unos dioses la cara de otros para ocultarlos y esa religión se llamó santería en Cuba y Brazil y vudú en Haití  y Nueva Orleans.

 

No estoy hablando de religiones que se hayan archivado o no se practique, si no son religiones que aún se practican, incluyendo en Cuba, donde se practica masivamente.

 

Yo preguntaría, cuántos de ustedes conocen los nombres de algunos de los dioses de esta religión que se practica en nuestro continente?  Sólo como cultura general, no estoy diciendo que la practiquen o la conozcan a fondo.

Resulta que este tema es tabú para que pueda ser mencionado en un texto escolar.  Lo único que podrían conocerse sería producto del cine con películas de terror.

                                                                               https://youtu.be/Sps7D3lGbcM                             

Lo irónico de todo esto es que los europeos lo que ocurre en Europa se menciona y estudia como un hecho histórico-cultural, aunque ya hubiera sido cambiado, pero lo que cambiaron a la fuerza en el nuevo continente es algo proscrito y borrado de la historia de los pueblos y ni hablar de las religiones profesadas por los aborígenes de América cuyo comportamiento estaba muy relacionado al medio en que vivían, medio este que era totalmente desconocido para ellos.

 

Los sacerdotes eran también los curanderos y tenían un dominio impresionante del comportamiento de las plantas y el entorno.

 

Al eliminar la religión y prohibirla, se perdió todo ese conocimiento que pasado 5 siglos, todavía  se está tratando de rescatar alguna parte.

 

A pesar de todo lo ocurrido, algunos europeos sostienen que este nuevo continente aún está en deuda por todo lo que nos trajeron; sin mencionar siquiera todo lo que nos quitaron y lo que perdimos en el camino.  No se trata de plantear que una religión sea mejor que otra, ya que todas son creaciones del Homo sapiens y así mismo eliminadas cuando así lo ha querido pero puedes borrarlas de la historia de forma aleatoria.

 

Plantear que el nuevo continente empieza su vida cuando llegaron los europeos a posicionarse de él, ni es correcto, ni es cierto.

 

Plagas en la Ciudad

 

¿Podríamos decir que son cosas del cambio climático, pero cuánta responsabilidad tiene el hombre?  Es la gran pregunta.

En un programa “ambiental” de la televisión española reportaban como preocupante dos eventos que a continuación comparto con ustedes.

 

  1. La plaga de mariposas “funcionarias”.

Hace más de cinco años con el crecimiento económico de España, crecieron también las fronteras agrícolas y la necesidad de cambiar el uso de algunos suelos, sobre todo para la edificación de fábricas e infraestructuras de toda clase.

Cuando esto ocurre, lo que se reduce son las áreas silvestres y con ellas las especies que allí viven.,

Entre estas especies se encuentra una mariposa cuyas larvas tienen hábitos sumamente “gregarios” o sea, que les agrada estar muy juntos y sobre todo a la hora de terminar su etapa de larva y entrar a la de “pupa”.

Cuando estaban en el campo, ellas buscaban un hueco entre las rocas o los troncos y allí se reunían cientos de larvas para invernar y pasar la etapa de pupa.  Lo asombroso de este proceso natural es que las larvas caminan un tras de las otras, hasta encontrar el orificio adecuado donde quepan todas.

Con la alteración del medio donde vivían, ahora no solo deben comer de otras plantas, sino que deben buscar otros lugres donde invernar, así después de cinco o más años, ahora comen plantas de los parques y jardines, pero cuando toca invernar la fila de larvas buscan las cosas de las barriadas más cercanas y buscando cualquier orificio fuera o dentro de las residencias, tejen cada una un ovillo y se encierran.

Esto podría parecer una curiosidad de la naturaleza, pero cuando las filas de gusanos le llegan a su casa de todos lados, se les meten a la cocina y cuarto, están en el techo, hueco de tuberías o cualquier orificio donde puedan encerrarse, hasta pasar la etapa de crisálida es una calamidad y esto es en toda la ciudad.

 

Los bomberos, oficinas de parques nacionales o agrícolas, lo más que pueden es fumigar con agroquímicos, creando un serio problema de contaminación, dañino también.

 

Cantidades dispersas en el campo servían de alimento a muchas aves migratorias que se abastecían comiendo larvas antes de continuar su largo viaje a miles de kilómetros. hasta donde emigran para pasar el invierno.  Como esto ya no es posible, todos los días de otoño con la puntualidad de un funcionario las filas de larvas inician su viaje a buscar un refugio.  De allí su nombre “funcionarias”.

 

 

  1. Otro caso asombroso y alarmante lo tiene otra comunidad catalana, con una “invasión” de conejos que están amenazando incluso los taludes de las carreteras, los cimientos de las casas y hasta las fundaciones de la pista de aterrizaje de aeropuertos y la seguridad de los aviones que aterrizan y/o despegan.

 

Se calcula que casi el 13% de las plantaciones de viñedos se han muerto porque los conejos le han cortado las raíces.

 

El conejo ibérico se aparea constantemente y pone una camada de crías cada tres meses; come casi cualquier vegetal que tenga a mano, pero su vida la hace en comunidad subterránea conectada con túneles de entradas y salidas, tejiendo una red que pueden alcanzar áreas muy extensas.

 

En la denuncia que presentaban en televisión, hacían tomas desde el automóvil y  se podía apreciar cantidades de conejos corriendo de un lado para el otro de la carretera y luego en un viñedo y un  cultivo de cebolla y papas totalmente arruinado.

 

¿Cómo es que ocurrió esto? Bueno, los conejos convivían con los lobos ibéricos que son más pequeños que en el resto de Europa y le servían de alimento; esto se mantuvo hasta que para proteger la cría de ovejas los ovicultores eliminaron hasta la extinción a los lobos.

 

A la par que esto, ocurría. Se permitían los cotos de caza para cazar conejos y el equilibrio más o menos se mantenía, pero a algún cazador deportivo se le ocurrió, que para disfrutar su deporte y no viajar tan lejos, mejor capturaba conejos y se los llevaba a su tierra y los tendría cerquita.  Así lo hizo y en un año pudo cazar en sus propias tierras, pero no los podía cazar todos y los conejos se seguían multiplicando, además, cayó la pandemia, todo se suspendió menos la reproducción de los conejos.  Ya pueden imaginar cómo está eso.

 

La municipalidad para ayudar ha creado cuadrillas de cazadores con trampas, para llevar conejos a los lugares donde repueblan con lobos (como lo tenía la naturaleza).  Han aumentado la cantidad permitida a cazar, pero esto no está dando resultado y la calamidad la colocan como consecuencia del cambio climático, pero esto no lo causó el cambio climático.

 

En nuestro país tenemos algo parecido.  En Cabuya hace años que los cocos se extinguieron y los nances casi van por el mismo camino.

 

Todo se debe a la plaga de ardillas que salieron del bosque y han invadido las comunidades y ciudades y somos los humanos los que provocamos toda esta catástrofe. Sumado esto al abandono en que por décadas han sumido al sector agropecuario es cuestión de tiempo que estemos importando cocos.

Cuánto Cuesta el Agua

 

Ya se han hecho costumbre los cierres de calles y carreteras tanto de pueblos, barriadas y ciudades, todas pidiendo prioritariamente una sola cosa: AGUA.

La crisis del agua se viene anunciando desde hace más de una década, pero las fotografías que acompañaban a estos estudios eran tomadas en África o algún desierto en Suramérica o Asia, lo que nos excluía a nosotros de estos graves problemas.

Desde el tiempo de los militares recordarán el lema ministerial “Ni una gota al mar”, para motivar en los ganaderos la necesidad de construir abrevaderos y pequeñas represas.

Con la llegada del cambio climático, la escasez de agua se ha hecho evidente y muchos ríos ven reducido su caudal o se secan durante el verano y en muchos casos afectan la toma de agua de plantas potabilizadoras o de acueductos rurales provocando escasez en el suministro de agua.

 

Esto es uno de los tantos problemas que tiene pendiente por resolver la ineficiente Institución de agua del país; pero la gran mayoría de los cierres de calles, tanta de invierno como en verano, son de personas que compraron una casa o un apartamento, les prometieron que tendrían agua permanente y una vez hecho el traspaso empezaron los problemas hasta completar años sin un suministro continuo del vital líquido.

Si bien, ya hicimos mención de la ineficiencia del IDAAN, existen otras aristas del mismo problema.

  1. La inmensa brecha de desigualdad social que nos caracteriza, hace que proliferen los asentamientos informales o marginales en áreas cada vez más retiradas, sin caminos, sin electricidad ni acueducto y después de asentarse empiezan las luchas, presiones y exigencias por lograr los diferentes servicios.
  2. Otra cosa son las barriadas nuevas en diferentes lugares, que con subsidios estatales construyen sin planificación alguna en los terrenos más baratos que vienen a ser los más apartados y con mayor pendiente.

Los promotores y constructoras se abastecen de agua durante la construcción de pozos semi-profundos o tirando su propia línea desde la tubería del IDAAN; pero el abastecimiento de agua es solo para construir la barriada y al concluir el proyecto, el abastecimiento de agua para los residentes le queda a esa institución escuálida y arcaica que no está preparada para extender los servicios a tantos lugres distantes y complejos.

La construcción la realizó una compañía o un consorcio que una vez entregada las casas se deshacen dejando a los propietarios indefensos y con la única opción de cerrar una calle para que alguien los escuche.

La corrupción ha permitido que todos los numerosos registros, inspecciones y autorizaciones sean entregados a las promotoras o constructoras, sin observación alguna.

Otra amenaza se divisa contra las clases populares que adquieran nuevas casas.

Producto de la pandemia muchos han sido los empleos perdidos y las empresas cerradas.  La economía del país está en franca crisis de crecimiento y todo el mundo clama porque el Estado invierta en proyectos para dinamizar la economía; y ya se indica la construcción como el sector donde más rápido se pueden generar los empleos perdidos.

Nuevamente los inversionistas solicitan al gobierno incentivos para la construcción de barriadas de interés social, pero que para lograr la meta estas se agilicen los trámites y se flexibilicen las normas y esto en buen panameño se traduce en terrenos con altos riesgos, materiales de baja calidad y nuevamente inseguridad en el suministro del agua y colecta de aguas servidas.

El 50% del agua potabilizada se pierde en fugas, debido a lo obsoleto del alcantarillado y ningún gobierno quiere tomarse la tarea de renovarlo porque como todo está enterrado, no se puede mostrar como obra realizada, por consiguiente, no se consiguen votos, pero en el momento que vivimos, lo importante no es mostrar mega obras, sino generar empleos y renovar el alcantarillado y acueducto de la ciudad requiere de mucha mano de obra que se pueden contar tanto como una carretera y grandes puentes, pero lo más importante, cuánto ayudaría a que a esas personas les llegue agua a sus casas.  Sería una gran ayuda y un respiro en el caos vehicular.

Los problemas con el suministro de agua no se resolverán a corto plazo, mas bien se van a agravar debido al cambio climático.  Enfrentarlo con seriedad y determinación, no basta “rifársela” porque los recursos naturales no se consiguen en lotería y si así ocurriera, como ya el agua cotiza en la bolsa de valores sabemos quizás serán los que lleven la peor parte.

Hablemos de Gallos

Las peleas de gallos, los caballos, los casinos al igual que la lotería pueden ser considerados juegos de azar y como tal, crean adicción y pueden producir una enfermedad llamada “ludopatía.”

 

Bajo esta premisa deseo en esta ocasión compartir con ustedes una de mis vivencias.

 

Yo soy hijo y familia de galleros de mucho tiempo, mi padre y mis tíos fueron galleros conocidos, no sólo en el distrito de Chame, sino en todo Chorrera y Azuero y aunque a mi no se me permitía ir a las peleas de gallo, crecí dentro de ese círculo.   Ya graduado y trabajando en la Reforma Agraria, el Ing. Castrellón de la Oficina de David me regaló un gallo que lo llame Laredo, porque fue  el primer nombre que vi en una cantina de la comunidad de Remedios.

 

A Laredo me lo crio un criador amigo de mi tío, hasta que fue hora de llevarlo al Club Gallístico, pero sin mencionar de qué cuadra procedía el gallo.

 

Al evento me acompañaron todos los amigos y compañeros de la oficina. Una pelea con un gallo desconocido, igual que toda la barra que lo acompañaba, como que no ofrecía confianza, así que llovieron las apuestas hasta con gabela.  La pelea fue emotiva, la ganamos y arrasamos con las apuestas.   Después de esa pelea mi gallo Laredo ganó tres peleas más y yo asistía a donde fuera necesario desde Chepo hasta el sur de Soná.

 

El último desafío, fue en El Nancito del Oriente Chiricano y ya de regreso me puse a pensar en el gran riesgo de manejar tan lejos solo a ver pelear un gallo; las apuestas cada vez eran más altas y a mi cada vez me atraía más ese juego.  

Llegando a Panamá tomé la decisión de regalar al cuidador el gallo y sin mirar atrás me aleje hasta hoy de las galleras y todo lo que ella representa.

Cuánto dinero; ¿fortunas y bienes han sido apostadas a las patas de un gallo? Y todavía se siguen apostando.  La adicción es tal, que en medio de una pandemia hay grupos de personas que se arriesgan a desafiar a la autoridad y al virus del Covid por asistir a una pelea de gallo clandestina.

A raíz de los toques de queda y las cuarentenas, ya han salido los propietarios de negocios de “los gallos”, a pedir apertura para sus negocios, aduciendo que había numerosas personas que dependían de esa actividad; cosa que es totalmente cierta, ya que empezando con la alimentación para esos gallos es especial y no barata; luego el “correteo” o entrenamiento a estos animales, luego a la hora de la pelea hay que calzar (ponerle las espuelas) al gallo y esto lo hace una persona con esta experticia y coloca las espuela adecuadas.

 

Tanto las espuelas, la goma, los medicamentos, equipo para entrenamiento y cajas para transportarlos, requiere de personas, artesanos profesionales dedicados a estas tareas.

 

Por otro lado, las organizaciones protectoras de animales están pidiendo que ya que se suspendió esta actividad, se prohíba del todo como ha ocurrido en otros países.  El debate está planteado y argumentos hay a favor y en contra.

 

Los que están a favor, alegan que esta actividad tiene ya un arraigo en la población, ya  que fue traído por los españoles y que además genera empleos directos e indirectos que generan no solo las peleas, sino la crianza de todos estos animales.

 

Los grupos en contra enfatizan además de los problemas de convivencia que causa la crianza, los asociados a las peleas en sí, ya sean económicos como de consumo de alcohol, pero los problemas éticos morales son en los que se hace más énfasis, ya que el que fueran los españoles los que trajeron esa costumbre no es un argumento válido, puesto que sabemos quiénes eran los que se atrevían a cruzar el atlántico para venir al nuevo mundo y cuáles eran sus motivaciones.

 

Si vamos al aporte cultural, ni criar gallos y entrenarlos para que peleen si es posible hasta morir, criar perros y entrenarlos a punta de palo para que ataquen a un contrario con ferocidad o tratar de arrancarle la cabeza a un pato previamente enterrado en el suelo; por donde lo mire es una salvajada y no aporta nada al acervo cultural de ningún pueblo.

 

Les comparto otra anécdota: el archipiélago de Las Perlas poblacionalmente está formado casi en su totalidad por afrolatinos descendientes de esclavos españoles y/o negros cimarrones.  Existe en estas islas costumbres españolas muy arraigadas entre esas, las peleas de gallo.  En comunidades pequeñas con difícil conectividad, esta es la distracción de todos los fines de semana.

 

La Guinea es quizás el corregimiento más pequeño y con menor cantidad de población de todo el distrito de San Miguel, pero absolutamente todos son fanáticos de las crianzas y peleas de gallo.  Salvo los que están en cuido, que están amarrados en cada patio de casa; deambulan libremente decenas de gallos por todo el pueblo y desde luego que cada quien conocerá los suyos, pero esto no es lo extraordinario; sino que si deseas criar pollos de engorde o gallinas ponedoras, las tienes que criar en jaulas.  No les puedes dejar sueltas con los gallos porque contaminarías la pureza de las razas y bajarías la calidad de los mismos. ¿Puedes imaginarte cuánto cuesta un pollo para comértelo en esos lugares?

 

Para concluir, vuelvo a preguntar: cuál es el aporte cultural que dan estas actividades a la sociedad de cualquier país, pero no es menos cierto también que España prohíbe las peleas de gallo, pero produce y exporta huevos fértiles de razas mejoradas.

 

En Cuba se hace lo mismo.  En Colombia también están en algunos departamentos, pero anualmente tengo amigos que encargan a viajeros a Medellín, espuelas, medicamentos y todos los enseres requeridos y que aquí no producimos.  Es más, si tienes los contactos y te atreves a pasarlos por el aeropuerto, podrás conseguir espuela de carey; que está tipificado como crimen ecológico por lo de las tortugas.

 

Luego entonces, todo esto nos dejar un amargo sabor a impunidad y a doble moral. ¿Qué crees tú?

 

ING. BLAS MORAN