Taboga y los 500 Años de Panamá
Cuando buscaba información sobre por dónde habían llegado hasta Cabuya de Chame los mangos y tamarindos, tropecé por casualidad con la isla de Taboga y solicitando información a mi alumno y amigo Álvaro González, hoy sociólogo además de forestal, me presto su escrito “Taboga , mas que una Isla” que me nutrió con gran información sobre su tierra natal, información que yo no conocía en buena parte.
En ese entonces me dije que debía compartir con ustedes parte de esa información, que sigue como literatura gris y no la conocen gran parte de los panameños.
El próximo año Panamá ciudad, cumplirá 500 años de ser la primea ciudad fundada por los homo sapiens españoles en el litoral americano. Después y solo después, celebrarán sus 500 años el resto de las capitales en sur américa. Colombia lo celebrará 20 años después.
Pero en el caso de Panamá, cuya fundación fue en 1519, se conocía como punto importante la Isla de Taboga. Ya en 1510 habían visitado Taboga: Pedrarias de Ávila, Pascual de Andagoya, Francisco Pizarro, Diego de Almagro, Gaspar de Espinoza y el cura Hernando de Luque, quien fundara el primer villorrio en la isla, en el año 1524.
La razón es muy simple y casi estoy seguro de que igual que yo, no habían reparado en ello. La ciudad de Panamá (Panamá Vieja), fue fundada donde había más sabanas costeras y era seguro llegar desde el Caribe, pero toda la orilla en el Pacífico la formaban manglares y marismas. Construir un puerto seguro era costoso y además muy distante.
Una isla a poca distancia de la recién fundada ciudad, con entradas seguras, riberas firmes y mar profundo, era lo ideal para ese entonces.
Es por ello que toda la exploración y luego la conquista y además el saqueo de toda la riqueza del sur, salió y llegó primero a Taboga y luego a ciudad de Panamá. De la misma manera si viajaban para el resto de Panamá hacia Veraguas, salías de Taboga hasta llegar a Chame y de allí seguir por tierra hacia Azuero y Veraguas. Taboga ha recibido en su historia a numerosos huéspedes, algunos no tan honorables, otros muy distinguidos, que marcaron su identidad.
1515 el Cacique París expulsa de Parita a Gonzalo de Badajoz y lo lleva hasta Chame y de allí se va a refugiar a Taboga.
1524 el cura Hernando de Luque crea el villorio San Pedro de Taboga y ese mismo año sale de Taboga Francisco Pizarro hacia Perú y Diego de Almagro hacia Chile.
Taboga fue asaltado varias veces por piratas y corsarios. En 1671 Henry Morgan, luego otros como Hawkins,Caxon, Harris, Davis y otros. En 1685 el navegante William Dampier fondeo sus naves en Taboga,.
Entre 1841 y 1870 Taboga era el puerto oficial de la ciudad de Panamá y pasó de tener 1568 habitantes en 1870 a contar con 3130 habitantes en 1892.
Los datos históricos se acumulan por montones. Lo mejor sería que cada uno investigara un poco sobre nuestra famosa, pero humilde Isla de las Flores y verán que con sus altas y bajas, siempre ha estado al lado de la altiva ciudad de Panamá.
Esta isla ha sido puerto, centro de acopio, lugar de cuarentena, hospital, campo de concentración, botín de conflictos, pero también lugar turístico, tesoro de pescadores, refugio de artistas como Roberto Lewis y el famoso paul gauguin , escritores extranjeros y nacionales, cuna del insigne poeta y escritor nacional Rogelio Sinán seguidor de la corriente modernista iniciada por Rubén Dario.
Yo hago votos porque el proceso de descentralización que recién empieza, se siga profundizando y los gobiernos locales se convenzan de que invertir en educación y cultura, fortalece la identidad de los pueblos y los hace crecer. Que la cultura de “guaro y campana” que parece envolver a todos los municipios del país, lo único que producen es clientelismo barato y alienación de la juventud local con todos los vicios que eso arrastra.Ojalá que conjuntamente con los 500 años de la ciudad de Panamá le reconozcamos a Taboga, todo el servicio, apoyo y solidaridad ofrecida en todo este tiempo.
Que los tamarindos de Taboga vuelvan a florecer y a alegrar, no solo un salón de la Presidencia de la república, sino el futuro de sus habitantes.