Llegaron los Mangos


Como consecuencia del cambio climático, el clima se ha vuelto loco y ha provocado que los ritmos naturales de las plantas se hayan visto alterados y resulta aventurado seguir los viejos patrones de que tal planta o árbol florece en tal fecha o tal fruta se da en tal época. Como el tango “cambalache”, hasta la naturaleza está revuelta.
A finales del mes de febrero o principio del mes de marzo, me sorprendió mucho que en Cabuya ya hubieran algunos árboles de mango con frutos maduros, mientras otros no tenían ni siquiera flor o tenían los frutos muy pequeñitos.


Ya les conté en otra ocasión, que Cabuya es un corregimiento que se puede jactar de contar (hasta hace 5 años) con 38 variedades de mangos y sobresaliendo entre todas, el emblemático “mango calidad rojo”; con árboles centenarios entre los que se cuenta uno donde Victoriano Lorenzo se sentaba a reunirse con sus huestes.
Volviendo al tema que deseo compartirles, es que a raíz de esta producción anticipada me dio por comparar entre dos frutas, una nativa como el aguacate (Persea americana) y una exótica como el mango.(Manguifera indica)Sin temor a equivocarme, puedo asegurarles que uno podría venirse desde Puerto Obaldía, hasta Puerto Armuelles, comiendo aguacate y difícilmente repetiría una o dos frutas, ya que todas serían diferentes, por lo de la “variabilidad genética” ya que por ser nativas, tienen una amplia base genética que el hombre es el que reduce a través de procesos de mejoramiento.
No obstante esta amplia variabilidad, yo creo conocer no más de cinco o seis nombres de aguacate entre los nativos, ya que los productos de mejoramiento si tienen nombres y por lo general son introducidos al país, pero los nativos los conocemos como de mantequilla, de leche, cuello largo y otros poquitos.
Cuando vamos a los mangos, que es una fruta que llegó a Panamá desde la India, pero se diseminó a lo largo del territorio como si fuera nativo, no sabría yo decir con cuántos nombres vulgares (no científicos, comunes) se conocen las variedades existentes. Algunas variedades tienen hasta cinco nombres distintos según el lugar donde lo han sembrado.


Panamá a pesar de su extensión territorial, está entre los países de américa con mayor “diversidad varietal” de mangos y así también con la mayor cantidad de nombres vulgares y cuando me refiero a nombre vulgar, también me refiero a que somos prosaicos al ponerle nombre a los mangos.
A continuación les anoto una pequeña lista de nombres de los que en este instante me llegan a la memoria.
Entre los nombres comunes más frecuentes sobresales: el calidad, papayo, piro, canela, piña, de agua, minina, machete, hilacho, pico de pájaro; pero de allí saltamos a mango “guevo de toro”, “guevo de burro”, “guevo de puerco”, cuero de vaca, cachete de chola, cachete de gringo, tapa culo, tetita, teta de chomba, teta de vieja… por allí siga usted anotando, que de seguro cada uno de ustedes tienen como cinco nombres adicionales, igual de prosaicos como los anotados arriba.
Lo cierto es que en Cabuya ya empezaron a madurar y debido a los aguaceros irregulares que han caído, se augura la presencia de gusanos en mucha fruta, pero con la afluencia de capitalinos en Semana Santa, acostumbrados a pagar hasta B/.2.00 por un mango Tomy importado, uno que otro gusano no les causará ningún trauma y como ahora la costumbre es comerse el mango verde, ni cuenta se darán.
Disfrutemos del mango, cualquiera que sea su nombre, que es una fruta muy versátil y con magníficas cualidades alimenticias.

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